Debido a los ataques terroristas ocurridos en España en los últimos años, este país ha tenido que ir adaptando, mejorando y actualizando su equipamiento militar. Por otra parte se han acrecentado innumerablemente las manifestaciones populares en España, y debido a esto se ha empezado a hacer uso de un sistema incorporado para grabar imágenes dentro de los cascos de los agentes de seguridad.
La evolución de los cascos ha sido variada y constante, por esta razón los agentes antidisturbios hacen uso de cascos tácticos con cámara integrada, con la finalidad de que quien lo porte pueda ir grabando todos los sucesos que estén ocurriendo a su alrededor cuando se encuentre en un disturbio.
Este casco con sistema de grabación fue diseñado debido a algunos acontecimientos ocurridos con ciertas actuaciones policiales, mientras unos manifestantes protestaban. Debido a ese acontecimiento, se llevaron a cabo una serie de investigaciones por parte del Ministerio del Interior, para atender las quejas que presentaron los agredidos por parte de la policía antimotines.
A raíz de ese suceso, este sistema de cascos podría grabar e identificar a todas aquellas personas que manifiesten actitudes violentas antes las autoridades, y capturar las pruebas del delito cometido. Al mismo tiempo, esto permite que los agentes denunciados por maltrato, puedan desmontar cualquier falsedad, para que las autoridades puedan comprobar la denuncia.
Esos cascos tienen un peso de 1,5 kg, pero es mejor usarlos para minimizar los impactos de objetos contundentes y tener que enfrentar daños que pudieran ser letales. Este tipo de casco es moldeado y sellado para impedir el paso de agua, con recubrimiento interior de alta resistencia, lo cual brinda una sensación de comodidad a los agentes policiales. La talla se adapta al tamaño de la cabeza del agente, con la finalidad de aumentar su protección.